MORFOLOGIZACIÓN PSÍQUICA
Camilo Ernesto Ramírez Garza
“Cualquier descripción espacial del lugar de un suceso
o de un objeto consiste en especificar el punto de un cuerpo
rígido (cuerpo de referencia) con el cual coincide el suceso,
y esto vale no sólo para la descripción científica,
sino también para la vida cotidiana”
Albert Einstein (1916)[i]
“Juzgo superfluo disculparme por los defectos de este símil
y todos los del mismo tipo. Tales analogías no persiguen otro propósito que
servirnos de apoyo en el intento de hacernos comprensible
la complejidad de la operación psíquica descomponiéndola y
atribuyendo a sus componentes singulares del aparato cada operación singular”
Freud, Die Traumdeutung, 1900[ii]
El lenguaje esconde un sin fin de elementos que puestos a discriminación ofrecen un Saber. De ahí la tesis lacaniana de, “El Inconsciente estructurado como un lenguaje”1. Dándole lugar al lenguaje y a sus construcciones, como son la Metáfora y la Metonimia, es posible investigar los procesos de condensación y desplazamiento del Inconsciente.2
Ante la pregunta sencilla ¿Con qué trabaja un psicoanalista? El silencio o la excesiva referencia teórica en cascada hacen más compleja la respuesta de aquellos a los que se dirige, enmarañándolo todo. El principio de Ochaam dice que la respuesta más sencilla es la mejor. Freud responde con la sencillez y claridad de quien aprecia los detalles ocultos a simple vista; el psicoanalista trabaja con la superficie del inconsciente puesto y desplegado en el discurso, en las palabras.
““En aquella época el trabajo partía de los síntomas y se fijaba como meta resolverlos uno tras otro. He abandonado después esta técnica por hallarla totalmente inadecuada a la estructura más fina de la neurosis. Ahora dejo que el enfermo mismo determine el tema del trabajo cotidiano, y entonces parto de la superficie que el inconsciente ofrece a su atención en cada caso"3
Por otro lado, desde el comienzo Freud intentó trazar (aunque cada vez menos topológico en sentido estricto) las fronteras del Aparato Psíquico “La idea que así se pone a nuestra disposición es la de una localidad psíquica. Queremos dejar por completo de lado que el aparato anímico de que aquí se trata nos es conocido también como preparado anatómico, y pondremos el mayor cuidado en no caer en la tentación de determinar esa localidad psíquica como si fuera anatómica” 4 a fin de investigar las características, disposiciones y procesos que lo rigen; la energía que lo activa, que lo “empuja” (Trieben)
Laplanche define Aparato Psíquico como “Ciertos caracteres que la teoría freudiana atribuye al psiquismo: su capacidad de transmitir y transformar una energía determinada y su diferenciación en sistemas o instancias”5 Tal definición posee de forma sintetizada los derivados teóricos ejes de la experiencia clínica de Freud: el desplazamiento de la energía y figurabilidad en múltiples retranscripciones (Umscrift) Que como bien dirá Lacan “..es el núcleo del pensamiento freudiano. La obra comienza con el sueño, sus mecanismos de condensación y desplazamiento, de figuración, todos pertenecen al orden de la articulación metonímica...”6 En ese sentido el desplazamiento es el mecanismo por excelencia –prerrequisito- de los demás procesos del aparato psíquico, de ahí su dinámica.
Retomando aquello de sentido que portan (cifran) las palabras en sus significados al pie de la letra, Aparato deriva del latín aparatus, prevención, reunión de lo que se necesita para un fin; conjunto de piezas construidas para funcionar unitariamente con finalidad práctica determinada. En algunas circunstancias se emplea también para designar específicamente según los casos, un avión, un receptor telefónico, un soporte de luz, etc. En cirugía, un apósito, vendaje o artificio que se aplica al cuerpo humano con el fin de curar una enfermedad o corregir una imperfección7
Por su parte φυχή (psique) refiere alma, en el sentido griego del termino. Algunos autores también la traducen como imagen, haciéndola derivar de la raíz latina Imago. Después, durante la iluminación como mente. Hoy tal vez, con el desarrollo de las tecnologías de imagen cerebral y las neurociencias la psique esté en peligro de quedar reducida a la suma de procesos neurofisiológicos. Produciéndose una tercer construcción seguida históricamente de imagen-halo-impulso a alma-divina; mente-maquina; siguiéndole mente-cuerpo-cerebro-a sistemas de simulación virtual. El diccionario de la Real Academia la define exclusivamente como alma humana. Sin embargo Aristóteles (384-322 a.C.) en su obra De Animae designa como psique a todas las características que comprenden el alma, desde los procesos psicológicos simples, hasta los complejos. Comunica en su Metaproposición 1 que: “Los eventos psicológicos son fases de eventos biológicos” es decir, su extensión, diferente a la conceptualización que durante la edad media la escolástica (Santo Tomás) predominará en cuanto alma dimensión divina del cuerpo. En su Metaproposición 2: “La psique constituye la característica esencial de los organismos”8 en cuanto impulso vital: planta, animales, humano: alma sensitiva, nutritiva, motriz y racional.
De esta brevísma precisión etimológica tenemos que la construcción conceptual Aparato Psíquico muestra elementos que forman un conjunto y que éste a su vez posee un determinado funcionamiento a la manera de un artificio, constructo o modelo aplicado a la psique, permitiendo entrar en relación con ella: significándola para entenderla; operar con tales supuestos de forma teórica y técnica con la finalidad de dialectizar un método para tratar las neurosis, como definía Freud al psicoanálisis.
Para delimitar el presente análisis de los diversos cambios que Freud fue desarrollando con respecto a su intelección del Aparato Psíquico se tomarán cuatro esquemas o bosquejos9. Primero el que aparece en la carta 52 de su correspondencia con Fliess10 en 1986; segundo, el gráfico del polo percepción y polo conciencia de Die Traumdeutung11 de 1900 ; tercero, el presentado en 1923 en el capitulo III de El Yo y el Ello11. Y por último el de la conferencia 31ª La descomposición de la personalidad psíquica12 (1932) de las Nuevas conferencias de introducción al psicoanálisis.
«¿Puedes concebir qué son “mitos endopsíquicos”? El más reciente engendro de mi trabajo de pensamiento: la oscura percepción interna del propio aparato psíquico incita a ilusiones de pensamiento que naturalmente son proyectadas hacia fuera, y de manera característica al futuro y a un más allá. Inmortalidad, recompensa, todo el más allá son figuraciones así de nuestro interior psíquico...psicomitología »
Carta a Fliess del 12 de diciembre de 1897
Lo endopsíquico (endo=dentro) su representatibilidad tiende a desplazarse (verschiebung) del Inconsciente a la Conciencia por su representante (Repräsentant) que representa (Representieren) a la pulsion (Trieb= empuje) en una agencia representante (Repräsentanz) de la pulsion (triebrepräsentanz) que ocupa o guarnece la energía (Besetzung) o la “pasa a otro lado” (Umsetzung) al cuerpo en la conversión. En todo este juego de energías, pulsiones, representaciones y agentes representantes representativos circulando a través del aparato, algo se advierte –además del trabalenguas: lo disfrazado, lo dicho de otra forma, ejemplificado, en última instancia simbolizado. Modelos conceptuales funcionales de cierta inspiración en la fisiología antivitalista de Helmhotz, que Freud empleará para describir los dos funcionamientos psíquicos básicos: proceso psíquico primario y secundario; que intentan representar las relaciones entre la amorfa energía libre–como el fulgor del rayo- límite entre lo físico y lo psíquico: de las pulsiones y sus destinos13 Y que después Jacques Lacan trasladará a los campos lingüísticos y matemáticos a fin de ampliar tales modelos explicativos del aparato.
Dichos modelos poseen para el psicoanalista cualidades teóricas (metapsicología) y principalmente clínicas. Adquieren su eficacia en la praxis clínica en cuanto a ser fundamento del método psicoanalítico y aportar al analizante un medio para lidiar, mitigar -o tal vez resolver- su sufrimiento. En ese sentido su destino no es permanecer exclusivamente como “ejemplos de pizarrón"; estrategias didácticas o “masturbaciones intelectuales” al pie de la letra, sino ser modelos, bosquejos inacabados14; artefactos que maticen una experiencia: como lo es también el constructo de la transferencia. En Freud apreciamos tales símiles haciendo referencia a las profundidades del Inconsciente; los estratos arqueológicos; del Iceberg, etc. El mismo advierte de las dificultades de a oídas o a leídas formular dogmáticamente algo.14
A continuación se presentan las cuatro figuras eje del análisis de la evolución de las concepciones freudianas respecto al Aparato Psíquico.
I II III
P Ps Ic Prc Coc
X X X X X X X X X X
X X X X X X
X
Figura 1
CARTA AL AMIGO
1896
“... tú sabes que trabajo con el supuesto de que nuestro mecanismo psíquico se ha generado por estratificación sucesiva, pues de tiempo en tiempo el material preexistente de huellas mnémicas experimenta un reordenamiento según nuevos nexos, una retranscripción (Umschrift)...”(Freud, 1896)
P
M
FIGURA 2
INICIO DE SIGLO... DE MILENIO
1900
“Imaginamos entonces el aparato psíquico como un instrumento compuesto a cuyos elementos llamaremos instancias o, en beneficio de la claridad, sistemas. Después formulamos la expectativa de que estos sistemas han de poseer quizás una orientación espacial constante...al modo en que los diversos sistemas de lentes de un telescopio se siguen unos a otros. En rigor, no necesitamos suponer un ordenamiento realmente espacial de los sistemas psíquicos”. (Freud, 1900)
Camilo Ernesto Ramírez Garza
“Cualquier descripción espacial del lugar de un suceso
o de un objeto consiste en especificar el punto de un cuerpo
rígido (cuerpo de referencia) con el cual coincide el suceso,
y esto vale no sólo para la descripción científica,
sino también para la vida cotidiana”
Albert Einstein (1916)[i]
“Juzgo superfluo disculparme por los defectos de este símil
y todos los del mismo tipo. Tales analogías no persiguen otro propósito que
servirnos de apoyo en el intento de hacernos comprensible
la complejidad de la operación psíquica descomponiéndola y
atribuyendo a sus componentes singulares del aparato cada operación singular”
Freud, Die Traumdeutung, 1900[ii]
El lenguaje esconde un sin fin de elementos que puestos a discriminación ofrecen un Saber. De ahí la tesis lacaniana de, “El Inconsciente estructurado como un lenguaje”1. Dándole lugar al lenguaje y a sus construcciones, como son la Metáfora y la Metonimia, es posible investigar los procesos de condensación y desplazamiento del Inconsciente.2
Ante la pregunta sencilla ¿Con qué trabaja un psicoanalista? El silencio o la excesiva referencia teórica en cascada hacen más compleja la respuesta de aquellos a los que se dirige, enmarañándolo todo. El principio de Ochaam dice que la respuesta más sencilla es la mejor. Freud responde con la sencillez y claridad de quien aprecia los detalles ocultos a simple vista; el psicoanalista trabaja con la superficie del inconsciente puesto y desplegado en el discurso, en las palabras.
““En aquella época el trabajo partía de los síntomas y se fijaba como meta resolverlos uno tras otro. He abandonado después esta técnica por hallarla totalmente inadecuada a la estructura más fina de la neurosis. Ahora dejo que el enfermo mismo determine el tema del trabajo cotidiano, y entonces parto de la superficie que el inconsciente ofrece a su atención en cada caso"3
Por otro lado, desde el comienzo Freud intentó trazar (aunque cada vez menos topológico en sentido estricto) las fronteras del Aparato Psíquico “La idea que así se pone a nuestra disposición es la de una localidad psíquica. Queremos dejar por completo de lado que el aparato anímico de que aquí se trata nos es conocido también como preparado anatómico, y pondremos el mayor cuidado en no caer en la tentación de determinar esa localidad psíquica como si fuera anatómica” 4 a fin de investigar las características, disposiciones y procesos que lo rigen; la energía que lo activa, que lo “empuja” (Trieben)
Laplanche define Aparato Psíquico como “Ciertos caracteres que la teoría freudiana atribuye al psiquismo: su capacidad de transmitir y transformar una energía determinada y su diferenciación en sistemas o instancias”5 Tal definición posee de forma sintetizada los derivados teóricos ejes de la experiencia clínica de Freud: el desplazamiento de la energía y figurabilidad en múltiples retranscripciones (Umscrift) Que como bien dirá Lacan “..es el núcleo del pensamiento freudiano. La obra comienza con el sueño, sus mecanismos de condensación y desplazamiento, de figuración, todos pertenecen al orden de la articulación metonímica...”6 En ese sentido el desplazamiento es el mecanismo por excelencia –prerrequisito- de los demás procesos del aparato psíquico, de ahí su dinámica.
Retomando aquello de sentido que portan (cifran) las palabras en sus significados al pie de la letra, Aparato deriva del latín aparatus, prevención, reunión de lo que se necesita para un fin; conjunto de piezas construidas para funcionar unitariamente con finalidad práctica determinada. En algunas circunstancias se emplea también para designar específicamente según los casos, un avión, un receptor telefónico, un soporte de luz, etc. En cirugía, un apósito, vendaje o artificio que se aplica al cuerpo humano con el fin de curar una enfermedad o corregir una imperfección7
Por su parte φυχή (psique) refiere alma, en el sentido griego del termino. Algunos autores también la traducen como imagen, haciéndola derivar de la raíz latina Imago. Después, durante la iluminación como mente. Hoy tal vez, con el desarrollo de las tecnologías de imagen cerebral y las neurociencias la psique esté en peligro de quedar reducida a la suma de procesos neurofisiológicos. Produciéndose una tercer construcción seguida históricamente de imagen-halo-impulso a alma-divina; mente-maquina; siguiéndole mente-cuerpo-cerebro-a sistemas de simulación virtual. El diccionario de la Real Academia la define exclusivamente como alma humana. Sin embargo Aristóteles (384-322 a.C.) en su obra De Animae designa como psique a todas las características que comprenden el alma, desde los procesos psicológicos simples, hasta los complejos. Comunica en su Metaproposición 1 que: “Los eventos psicológicos son fases de eventos biológicos” es decir, su extensión, diferente a la conceptualización que durante la edad media la escolástica (Santo Tomás) predominará en cuanto alma dimensión divina del cuerpo. En su Metaproposición 2: “La psique constituye la característica esencial de los organismos”8 en cuanto impulso vital: planta, animales, humano: alma sensitiva, nutritiva, motriz y racional.
De esta brevísma precisión etimológica tenemos que la construcción conceptual Aparato Psíquico muestra elementos que forman un conjunto y que éste a su vez posee un determinado funcionamiento a la manera de un artificio, constructo o modelo aplicado a la psique, permitiendo entrar en relación con ella: significándola para entenderla; operar con tales supuestos de forma teórica y técnica con la finalidad de dialectizar un método para tratar las neurosis, como definía Freud al psicoanálisis.
Para delimitar el presente análisis de los diversos cambios que Freud fue desarrollando con respecto a su intelección del Aparato Psíquico se tomarán cuatro esquemas o bosquejos9. Primero el que aparece en la carta 52 de su correspondencia con Fliess10 en 1986; segundo, el gráfico del polo percepción y polo conciencia de Die Traumdeutung11 de 1900 ; tercero, el presentado en 1923 en el capitulo III de El Yo y el Ello11. Y por último el de la conferencia 31ª La descomposición de la personalidad psíquica12 (1932) de las Nuevas conferencias de introducción al psicoanálisis.
«¿Puedes concebir qué son “mitos endopsíquicos”? El más reciente engendro de mi trabajo de pensamiento: la oscura percepción interna del propio aparato psíquico incita a ilusiones de pensamiento que naturalmente son proyectadas hacia fuera, y de manera característica al futuro y a un más allá. Inmortalidad, recompensa, todo el más allá son figuraciones así de nuestro interior psíquico...psicomitología »
Carta a Fliess del 12 de diciembre de 1897
Lo endopsíquico (endo=dentro) su representatibilidad tiende a desplazarse (verschiebung) del Inconsciente a la Conciencia por su representante (Repräsentant) que representa (Representieren) a la pulsion (Trieb= empuje) en una agencia representante (Repräsentanz) de la pulsion (triebrepräsentanz) que ocupa o guarnece la energía (Besetzung) o la “pasa a otro lado” (Umsetzung) al cuerpo en la conversión. En todo este juego de energías, pulsiones, representaciones y agentes representantes representativos circulando a través del aparato, algo se advierte –además del trabalenguas: lo disfrazado, lo dicho de otra forma, ejemplificado, en última instancia simbolizado. Modelos conceptuales funcionales de cierta inspiración en la fisiología antivitalista de Helmhotz, que Freud empleará para describir los dos funcionamientos psíquicos básicos: proceso psíquico primario y secundario; que intentan representar las relaciones entre la amorfa energía libre–como el fulgor del rayo- límite entre lo físico y lo psíquico: de las pulsiones y sus destinos13 Y que después Jacques Lacan trasladará a los campos lingüísticos y matemáticos a fin de ampliar tales modelos explicativos del aparato.
Dichos modelos poseen para el psicoanalista cualidades teóricas (metapsicología) y principalmente clínicas. Adquieren su eficacia en la praxis clínica en cuanto a ser fundamento del método psicoanalítico y aportar al analizante un medio para lidiar, mitigar -o tal vez resolver- su sufrimiento. En ese sentido su destino no es permanecer exclusivamente como “ejemplos de pizarrón"; estrategias didácticas o “masturbaciones intelectuales” al pie de la letra, sino ser modelos, bosquejos inacabados14; artefactos que maticen una experiencia: como lo es también el constructo de la transferencia. En Freud apreciamos tales símiles haciendo referencia a las profundidades del Inconsciente; los estratos arqueológicos; del Iceberg, etc. El mismo advierte de las dificultades de a oídas o a leídas formular dogmáticamente algo.14
A continuación se presentan las cuatro figuras eje del análisis de la evolución de las concepciones freudianas respecto al Aparato Psíquico.
I II III
P Ps Ic Prc Coc
X X X X X X X X X X
X X X X X X
X
Figura 1
CARTA AL AMIGO
1896
“... tú sabes que trabajo con el supuesto de que nuestro mecanismo psíquico se ha generado por estratificación sucesiva, pues de tiempo en tiempo el material preexistente de huellas mnémicas experimenta un reordenamiento según nuevos nexos, una retranscripción (Umschrift)...”(Freud, 1896)
P
M
FIGURA 2
INICIO DE SIGLO... DE MILENIO
1900
“Imaginamos entonces el aparato psíquico como un instrumento compuesto a cuyos elementos llamaremos instancias o, en beneficio de la claridad, sistemas. Después formulamos la expectativa de que estos sistemas han de poseer quizás una orientación espacial constante...al modo en que los diversos sistemas de lentes de un telescopio se siguen unos a otros. En rigor, no necesitamos suponer un ordenamiento realmente espacial de los sistemas psíquicos”. (Freud, 1900)
FIGURA 3
LOS SONIDOS DEL JINETE
1923
“De pronto caemos en la cuenta: casi todas las separaciones que hasta ahora hemos descrito a incitación de la patología se refieren sólo a los estratos de superficie –los únicos que nos son notorios (familiares)- del aparato anímico. Podríamos esbozar un dibujo de estas constelaciones, dibujo cuyos contornos, por otra parte, sirven sólo a la figuración y no están destinados a reclamar una interpretación particular” (Freud, 1923)
FIGURA 4
Modestia aparte
1932
“«¡La vida no es fácil». Cuando el yo se ve obligado a confesar su endebles, estalla en angustia, angustia realista ante el mundo exterior, angustia de la conciencia moral ante el Superyo, angustia neurótica ante la intensidad de las pasiones en el interior del ello. Quisiera figurar en un gráfico modesto las constelaciones estructurales de la personalidad anímica, que he desarrollado ante ustedes” (Freud, 1932)
Hasta aquí los cuatro modelos gráficos que de 1896 a 1932 le permitieron a Freud conceptualizar (teorizar) el funcionamiento (dinámica) del conjunto de fenómenos que dan consistencia al Aparato Psíquico (psycischer, Seelischer Apparat) creando al mismo tiempo las condiciones técnicas metodológicas responsables del pasaje de la hipnosis a la catarsis y de ahí a la sugestión, hasta finalmente la Asociación Libre.
La Figura 1 muestra el esquema relatado por Freud a Wilhelm Fliess en la carta 52 de su correspondencia.15 Fechada en Viena el 6 de diciembre de 189616 Describe ciertas características principales del aparato psíquico: el establecimiento de un psiquismo que operaría con el material que aportan las huellas mnémicas, ésta tendrían diferentes cargas cuantitativas, es decir niveles de excitación energética, o, dicho al pie de la letra, serían representaciones ocupadas o cargadas (Besetzung Vorstellung)17 tendientes hacia la nivelación (arco reflejo, principio de constancia, principio del placer, el nirvana) Distribuidas no de forma simple, sino múltiple, existiendo con diferentes signos.18 Dichas huellas mnémicas (imágenes, sonidos, olores, sensaciones, etc.) pasarían de tiempo en tiempo por una retranscripción (Umscrift) perdiendo en algunos casos su excitabilidad, o aumentándola, relevándola, sustituyéndola. Puede apreciarse como a través de este modelo derivado del Proyecto de psicología, subyacen las nociones de condensación y desplazamiento de energías. El planteamiento es que las huellas de índole sexual no pierden su fuerza.
Aparece un polo percepción (P); Inconciencia (Ic), Preconciencia (Prc), éste último sería más próximo a la conciencia, su antesala, podríamos decir. En donde bajo ciertas reglas atentivas y verbales, las huellas mnémicas , representaciones cosa (Dingvorstellung) se enlazarían a las llamadas representaciones palabras (Wortvorstellung) para devenir concientes.
Dicho modelo de aparato psíquico posee diferentes características: retranscripción de huellas mnémicas; efectos posteriores de las mismas (nachträglich) y la denegación hacia la conciencia (Freud nombra en un primer momento como denegación a lo que clínicamente llamará posteriormente represión, verdrängung) por la retranscripción de la huella mnémica. De tal proceso se desprendería displacer o placer ocasionando una perturbación (síntoma). Aparecen los inicios de la conceptualización de defensa en su relación con la formación sintomática, como otro tipo de “trascripción” de la huella mnémica. Como después expondrá con mayor claridad en su trabajo sobre Las Neuropsicosis de Defensa (1894)
Por su parte la figura 2 muestra el esquema presentado por Freud en Die Traumdeutung (1900) en donde el Aparato Psíquico continúa simulando en cierta forma al arco reflejo, modelo neurológico que explica los umbrales de excitabilidad de las neuronas como producto de las diferentes percepciones y sus efectos hacia la descarga motriz. Sin embargo predomina nuevamente la retranscripción de huellas mnémicas en su relación con el proceso de la construcción del sueño desde que éstas son percibidas. Las percepciones llegarían al sistema Percepción, de ahí pasarían a ser registradas en otros lugares (función de memoria) creando así, secuencias de huellas mnémicas distribuidas a lo largo de todo el aparato. No todas estas huellas mnémicas alcanzarían la conciencia, ya que entre el espacio Conciencia (Bewusstsein) y el sistema Preconciencie (Vorbewusst) se encuentra el sistema criticador que censura (zensur apparat) cuya función sería inhibir el advenimiento de dichas huellas perturbadoras a la Conciencia. De ahí que le permita a Freud explicar la formación del sueño.
En estado de vigila las percepciones formarían grupos de huellas mnémicas, que como una base de datos (restos diurnos) comprenderían las imágenes a través de las cuales se construye el contenido manifiesto del sueño. Durante el dormir el pensamiento regresaría a ellas para funcionar en imágenes; en lugar de tender hacia la descarga motora, emplea las percepciones. “Probablemente sea esta modificación del proceso psíquico corriente (el estado del dormir) la que posibilita que el sistema de las percepciones (P) se invista hacia la plena vivacidad sensorial en la dirección inversa, partiendo de los pensamientos”19 De ahí la figurabilidad del sueño. Los elementos de condensación, desplazamiento y defensa (censura) vuelven a aparecer como en el primer esquema. Las diferentes huellas mnémica pueden sumarse e inclusive relevarse unas a otras, además de que las cargas energéticas son susceptibles de movilidad, como en relevo.
La figura 3 muestra un Aparato Psíquico en donde las instancias y sistemas son descritos (o transcritos) a la luz de los desarrollos de la Segunda Tópica: Yo (Ich) Ello (Es) y Superyó. (Uber-Ich)20-el cuál no aparece gráficamente, pero evidentemente clínica y conceptualmente presente. Es un esquema más elaborado al que subyace una lógica de conjuntos: los diferentes elementos de un universo (2ª tópica) pueden pertenecer a varios grupos, apartados o sistemas de la primera tópica: Conciente, Preconciente e Inconsciente, regidos por dos procesos básicos: proceso psíquico primario o proceso psíquico secundario. Las instancias psíquicas tendrían partes de diversos sistemas (estratos del esquema 1) De tal forma el Yo (Ich) como una parte del Ello (Es) modificada por su contacto con la “realidad” tendría una dimensión Conciente, pero su mayor funcionamiento sería Inconsciente. El Ello (Es) lo reprimido y el Superyó (Über-Ich) serían completamente Inconscientes. Mientras que el Yo compartiría cualidades de todos los sistemas.
En cuando a la energía, ésta continúa su descripción como energía desplazable de investidura (Besetzung: ocupar) a investidura, sea libre o ligada.
La figura 4 muestra el dibujo presentado en la redacción de la conferencia 31ª de las Nuevas conferencias de introducción al psicoanálisis (1933) “La descomposición de la personalidad psíquica”21 , conferencia jamás dictada. En tal bosquejo aparecen articuladas las dos tópicas. No está demás señalar que tal esquema representa el cúmulo de observaciones y hallazgos clínicos y teóricos de más de treinta años. En él aparece el Superyó, instancia ausente gráficamente en el esquema del Yo y el Ello (1923) Llevando a un nivel de integración las diversas elaboraciones. Desde la gruesa diferenciación Conciencia-Inconsciencia que realizara Freud desde su estancia en Paris, entreviendo -gracias a la hipnosis- la existencia de un “estrato” o “lugar” por la efectividad de las representaciones desconocidas para el sujeto: vía el intercambio de síntomas logrado por Charcot en dos pacientes o las ordenes post-hipnóticas de Bernheim; al descubrimiento del proceso defensivo como mecanismo base con el cual el psiquismo se “protege” de lo intolerable y del cual una parte (Conciencia) no sabe nada. Transcurriendo entre energía, cargas y contracargas que ocupantes (Besetzen) de las representaciones las vuelven peligrosas, es decir potencialmente censurables. Algunas de ellas al retorno pasando al cuerpo, tomando el pensamiento de forma intrusiva o las funciones mismas de la percepción en la psicosis alucinatoria; Freud va poniéndole nombre y describiendo a cada uno de los elementos en juego: Yo, Ello y Superyó extendiéndose por un aparato dividido . Desde donde se orquestan los dramas humanos de la Psychopathologie des Alltagsleben síntomas, sueños, chistes...Sin caer en antropomorfismos los delimita, separa ¡Analiza! Para entonces entender su funcionamiento, su interjuego.
Comparando los cuatro esquemas podemos señalar características centrales de cada uno de ellos, así como sus diferencias. El esquema de la carta 52 (1896) presenta como elemento eje al Tiempo de la memoria unidireccional. Más propiamente el tiempo de la trascripción (Umscrift) de las huellas mnémicas. “...de tiempo en tiempo el material preexistente de huellas mnémica sufre un reordenamiento...” plantea Freud. Momento en el cual sucedería la no escritura o la deformación de las mismas, proceso que es visto como generador de síntomas.
El esquema 2 de Die Traumdeutung (1900) opera con una disposición espacial lineal pero a diferencia del anterior contempla las “regresiones” en sentido de vuelta a, que sufriría el pensamiento durante el sueño al regresar al lugar del sistema percepción, deposito de las huellas mnémicas desde donde se trazaría y colorearía el contenido manifiesto del sueño.
El esquema 3 de el Yo y el Ello (1923) hace igualmente relación al espacio más que al tiempo. Ya no es bidimensional, sino tridimensional. Al encorvar y engordar los trazos a la manera de una bolsa de agua caliente –así me lo parece- adquiere profundidad y perspectiva, en donde cada elemento ya no se relaciona con los demás secuencialmente o en paralelo sino en una Inter-relación interrumpida por la variable del tiempo lógico, posible solo en cierta medida para el sistema percepción conciencia (P-Cc) Hecho que no deja de tener sus efectos en relación a la consideración del tiempo en psicoanálisis: resignificación, posterioridad, atemporaliad del Inconsciente, etc. llama la atención que este esquema se haya presentado al mismo tiempo que la figura del jinete, jamás dibujada por Freud, con la que se da cuenta de las dificultades del Yo en relación a las pulsiones, la realidad y su ideal.
Y finalmente el esquema 4 de aspecto de teta o globo, que precisamente engloba (sintetiza) las instancias y sistemas descubiertos trazando el perímetro psíquico en donde conviven. Su disposición espacial precisa en sentido descriptivo o didáctico no deja de guardar relación con cierta geometría que yo he tenido a bien denominar geometría del bien y del mal; de lo peligroso y lo “seguro”. Por ejemplo, vemos aparecer al Ello desde abajo, “abajo” siendo sinónimo o equivalente con lo más primitivo o primordial de la naturaleza humana, como el albur “los de abajo” que hace referencia a la localización de nuestros genitales al alcanzar la bipedestación, ya que antes la localización de los mismo era ventral posterior. Después, abajo, se asociara a las llamas del infierno y por lo tanto al placer. Aparecen seguidos del Ello –hacia arriba- el Inconsciente y el Yo, después el Súper-Yo flanqueando al Yo extendiéndose desde los brazos del Inconsciente y el Preconciente en una secuencia hacia lo “superior”de la percepción conciencia.
Todos sabemos que desde tiempos inenarrables, las alturas, los cielos, la bóveda celeste ha estado ligada la divinidad y su portentos; desde los milenarios griegos, chinos, etc. pasando por el mito bíblico de la torre de babel, en donde el pecado fue justamente querer llegar al cielo, siguiendo con al dialéctica pecaminosa primera: ¡Querer ser (estar) como dioses! querer llegar a él. Durante la baja y alta edad media la arquitectura ensalzó a las alturas con grandes construcciones delgadas y puntiagudas (Gótico) con la creencia que así se podía atraer la gracia divina.22 Y finalmente en la actualidad las casas desde las alturas en los cerros y montaña; o como el slogan del palacio de hierro que reza “Tal vez no me vaya al cielo pero un par de zapatos me acercan a él”, el excesivo culto a la altura física y la esbeltas introducen otros ordenes en la misma secuencia de altura-bien-divinidad-racionalidad-positivo versus bajeza-negatividad-maldad-infierno-irracionalidad. por lo que dichas disposiciones espaciales de los trazos de éste último esquema no dejan de ser indiferentes a su relación con las características de las instancias que los ocupan o contienen.
Otro de los elementos importante lo constituyen las líneas que trazan el perímetro del aparato en donde Freud grafica el lugar-limite de encuentro con las sensaciones provenientes de la realidad (la piel, los sentidos) esas que a fuerza de repetición irán haciendo del Ello (Es) un Yo (Ich) diferenciando igualmente los estímulos internos, de los cuales es difícil huir –según él mismo lo expresa. Un adentro y un afuera; un mundo interno opuesto a un mundo externo. La figura del adentro y afuera, proveniente del campo de la biología (dentro y fuera del organismo) guardará cierta consonancia con las nociones catárticas (purga) de sacar “algo de adentro” o dar predominancia al pensamiento como “lugar” donde se produce y habita el mundo interno. Por ello el revuelo y resistencia a considerar a la Banda de Möbius23, introducida por Jacques Lacan a la doctrina psicoanalítica como un símil que amplía el pensamiento freudiano del asalto del Inconsciente, en el momento de la producción de sentido representado por el giro torsión de sentido espacial de la banda.
Hasta aquí los cuatro modelos gráficos que le permitieron a Freud representar, explicar e intervenir en la complejidad de los fenómenos ubicados como psicológicos. Que como se citaba al principio lo dicho en la Traumdeutung “Tales analogías no persiguen otro propósito que servirnos de apoyo en el intento de hacernos comprensible la complejidad de la operación psíquica..” (Freud, 1900)
A manera de conclusión, solo momentánea...
”Parece que de la psicología no se pueden progresos, sino satisfacciones de otra índole; se le reprocha cada problema irresuelto, cada certidumbre admitida. Quien ame la ciencia de la vida anímica, deberá aceptar también tales inclemencias”
Notas
[i] Einstein, A. Sobre la teoría de la relatividad”Barcelona: Altaya, 1998
[ii] Freud, S. (1900) “La interpretación de los Sueños” Buenos Aires: Amorrortu Editores, O.C., Tomo V, p. 530.
1 “Nuestro título da a entender que más allá de esa palabra, es toda la estructura del lenguaje lo que la experiencia psicoanalítica descubre en el inconsciente” Lacan, J. (2003) Ecrtis. En Lacan ,J. (Ed.) Escritos (pp.474) La instancia de la letra en el inconsciente o la razón desde Freud. Buenos Aires: Siglo XXI (Original publicado en 1966)
2 Cfr. Nasio, J. D. (1995) Cinco lecciones sobre la teoría de Jacques Lacan. Barcelona, Gedisa. Cfr. Dör, J. (2000) Introduction a la lecture de Lacan. (Hay Titulo en español: Introducción a la lectura de Lacan (pp.25-74) Barcelona, Gedisa (Original publicdo en 1985)
3 Freud, S. (1901) Fragmento de análisis de un caso de histeria. O.C. AE. Tomo VII, pp 11 y sigs.
4 Freud, S. (1900) La interpretación de los Sueños. O.C. AE. Tomo V p. 529
5 Laplanche, J, Pontalis, J.B. (1994) Diccionario de psicoanálisis. Bercelona: Ed. Labor, pp.30-31
6 Lacan, J. Seminario 3 Las psicosis: Clase 18 Metáfora y Metonimia articulación significante y transferencia de significado Buenos Aires: Paidos, 1956.
7 Diccionario de la Lengua Española. Real Academia de la Lnegua Española (1998) Madrid, España: Espasa. Edición en CD-ROM.
8 Kantor, J.R. (1990) La evolución científica de la psicología. México: Trillas, pp.108 y sigs.
9 En general la totalidad de la teoría freudiana, su ética misma, radica en su cualidad de bosquejo, por su carácter de no conclusa, no acabada. (Cfr. “Prologo del Esquema del Psicoanálisis” Freud, S. OC. AE, Tomo XXIII, p 139)
10 Freud, S. (1950) Fragmento de la correspondencia con Fliess. Buenos Aires: Amorrortu. O.C. Tomo I, Carta 52, pp.274-275. 1892-1899
11 Freud, S(1900) La interpretación de los sueños. Buenos Aires: Amorrortu. OC, Tomo V, pp 531 y sigs.
12 Freud, S. (1932) 31ª Conferencia: La descomposición de la personalidad psíquica. Buenos Aires: Amorrortu. OC, Tomo XXII, pp.73 y sigs.
13 Cfr. Freud, S (1915) Pulsiones y destino de pulsion. Buenos Aires: Amorrortu OC Tomo XIV, pp.109 y sigs.
14 Seguramente esa fue una de las dificultades fundamentales por que ciertos grupos de analistas no apreciaran los modelos lingüísticos y topológicos que utilizara Lacan para dar cuenta del psiquismo, por estar tan prendados dogmáticamente a “la bolsa”; “las capas de la tierra” o “el Iceberg” y no notar que solo eran ejemplos, símiles, metáforas que le permitieron a Freud poner un cierto orden al desmadre psíquico.
15 Para quienes tuvieron la dicha o la desgracia de nacer durante esta encarnizada era virtual, les será extraño tal vez el concepto de correspondencia, por lo que les facilito la tarea al presentarles un equivalente más o menos parecido en la actualidad: el e-mail o correo electrónico es lo que anteriormente era mandar cartas por correo con estampillas y toda la cosa.
16 Citado por J. Strachey en una nota al pie en Fragmento de correspondencia con Fliess OC. Buenos Aires: Amorrortu. Tomo I, pp. 274.
17 Al verter el vocablo alemán Besetzung,( ocupación, reparto) al inglés se tradujo por cathexis y al español por carga o investimento, produciéndose de igual forma el anglicismo catexia (sustantivo) y su correspondiente catexsizar, sin embargo lo correcto sería denominar el hecho de “poner en” o repartir la energía (libido) en cierta representación sea ideacional u corporal, para lo cual el verbo investir (conferir dignidad o cargo importante) parece ser el más adecuado
18 Así como los modelos psíquicos van desarrollándose, es posible rastrear las diferentes concepciones de memoria con las que Freud operaba: registro mnémico con diversos signos. Mientras que en la neurología de su tiempo la constante era la conceptualización casi localizacionista de las funciones cerebrales. Freud consideraba al encéfalo como un todo funcionando por sistemas, adelantándose a su tiempo a lo que después las neurociencias, ciencias cognitivas y la misma lingüística demostraría: la memoria se reedita constantemente y no solamente es un archivo estable. (Cfr. Fred, S. Las Afasias, 1893)
19 Freud, S. (1900) La interpretación de los sueño. OC Buenos Aires:Amorrortu. Tomo V, p 536
20 Über-Ich y su traducción francesa Surmoi a diferencia de la inglesa Super-ego, la italiana Super-io, la portuguesa Superego y por supuesto castellana Superyó, expresan más cabalmente una delimitación espacial: Über-: por encima de, sobre. Sur-: marcando la posición de algo arriba de. Mientras que en las otras designaciones predomina la acepción “de algo más excelente y digno” como en el superhéroe. Es interesante ya que en el escalonamiento psíquico todo se gestaría por superposición intra-subjetiva del Es hacia el Ich desprendiéndose de éste más tarde el Über-Ich y de ahí el Ichideal con el cual se mide al Ich. Completando la secuencia desde Ello-Yo-Superyó-Ideal del Yo.
21 Traducida por Ballesteros como “La disección de la personalidad psíquica” lo cual es inadecuado ya que el vocablo alemán que Freud utiliza es Zersetzung (descomposición) y no Sektion (disección)
22 Las orejas de burro usadas por algunos maestros en la escuela tienen su origen en la creencia que articulaba la practica de poner un gorro en forma de cono a la gente poco inteligente, para que así bajarla la inteligencia divina. Después el gorro deformó en orejas de burro. Pasando de la ayuda divina a la burla y del desaprecio social.
23 La banda de Möbiu, recibe su nombre en honor al matemático alemán August Ferdinand Möbius. Es un objeto que tiene un sola cara orientable. Para construirla se parte de una cinta cerrada de dos caras (adentro y afuera) se hace un corte y se gira uno de los extremos y se vuelve a pegar. La banda resultante tiene un solo borde y por lo tanto una sola cara.
FIGURAS
1. Freud, S. (1950) Fragmento de la correspondencia con Fliess. Buenos Aires: Amorrortu. O.C. Tomo I, Carta 52 pp. 274. 1892-99.
2. Freud, S. (1900) La interpretación de los sueños. Buenos Aires: Amorrortu. O.C. Tomo V, pp. 531 y sigs.
3. Freud, S. (1923) El Yo y el ello. Buenos Aires: Amorrortu. O.C. Tomo XIX, pp. 26
4. Freud, S. (1932) Nuevas Conferencias de introducción al psicoanálisis 31ª conferencia: La descomposición de la personalidad psíquica. Buenos Aires: Amorrortu. O.C. Tomo XXIIm pp.73
BIBLIOGRAFÍA
Freud, S. (1950) Fragmento de la correspondencia con Fliess. Buenos Aires: Amorrortu. O.C. Tomo I, Carta 52 pp. 274. 1892-99
Freud, S. (1900) La interpretación de los sueños. Buenos Aires: Amorrortu. O.C. Tomo V.
Freud, S. (1923) El Yo y el ello. Buenos Aires: Amorrortu. O.C. Tomo XIX
Freud, S. (1932) Nuevas Conferencias de introducción al psicoanálisis 31ª conferencia: La descomposición de la personalidad psíquica. Buenos Aires: Amorrortu. O.C. Tomo XXII.
Laplanche, J y pontalis, J.B (1994) Diccionario de psicoanálisis, Colombia: Labor.
Roberth, M (1992) La revolución psicoanalítica, México: Fondo de Cultura Económica.
Rodrigué, E. El Siglo del psicoanálisis, Editorial Sudamericana.
LOS SONIDOS DEL JINETE
1923
“De pronto caemos en la cuenta: casi todas las separaciones que hasta ahora hemos descrito a incitación de la patología se refieren sólo a los estratos de superficie –los únicos que nos son notorios (familiares)- del aparato anímico. Podríamos esbozar un dibujo de estas constelaciones, dibujo cuyos contornos, por otra parte, sirven sólo a la figuración y no están destinados a reclamar una interpretación particular” (Freud, 1923)
FIGURA 4
Modestia aparte
1932
“«¡La vida no es fácil». Cuando el yo se ve obligado a confesar su endebles, estalla en angustia, angustia realista ante el mundo exterior, angustia de la conciencia moral ante el Superyo, angustia neurótica ante la intensidad de las pasiones en el interior del ello. Quisiera figurar en un gráfico modesto las constelaciones estructurales de la personalidad anímica, que he desarrollado ante ustedes” (Freud, 1932)
Hasta aquí los cuatro modelos gráficos que de 1896 a 1932 le permitieron a Freud conceptualizar (teorizar) el funcionamiento (dinámica) del conjunto de fenómenos que dan consistencia al Aparato Psíquico (psycischer, Seelischer Apparat) creando al mismo tiempo las condiciones técnicas metodológicas responsables del pasaje de la hipnosis a la catarsis y de ahí a la sugestión, hasta finalmente la Asociación Libre.
La Figura 1 muestra el esquema relatado por Freud a Wilhelm Fliess en la carta 52 de su correspondencia.15 Fechada en Viena el 6 de diciembre de 189616 Describe ciertas características principales del aparato psíquico: el establecimiento de un psiquismo que operaría con el material que aportan las huellas mnémicas, ésta tendrían diferentes cargas cuantitativas, es decir niveles de excitación energética, o, dicho al pie de la letra, serían representaciones ocupadas o cargadas (Besetzung Vorstellung)17 tendientes hacia la nivelación (arco reflejo, principio de constancia, principio del placer, el nirvana) Distribuidas no de forma simple, sino múltiple, existiendo con diferentes signos.18 Dichas huellas mnémicas (imágenes, sonidos, olores, sensaciones, etc.) pasarían de tiempo en tiempo por una retranscripción (Umscrift) perdiendo en algunos casos su excitabilidad, o aumentándola, relevándola, sustituyéndola. Puede apreciarse como a través de este modelo derivado del Proyecto de psicología, subyacen las nociones de condensación y desplazamiento de energías. El planteamiento es que las huellas de índole sexual no pierden su fuerza.
Aparece un polo percepción (P); Inconciencia (Ic), Preconciencia (Prc), éste último sería más próximo a la conciencia, su antesala, podríamos decir. En donde bajo ciertas reglas atentivas y verbales, las huellas mnémicas , representaciones cosa (Dingvorstellung) se enlazarían a las llamadas representaciones palabras (Wortvorstellung) para devenir concientes.
Dicho modelo de aparato psíquico posee diferentes características: retranscripción de huellas mnémicas; efectos posteriores de las mismas (nachträglich) y la denegación hacia la conciencia (Freud nombra en un primer momento como denegación a lo que clínicamente llamará posteriormente represión, verdrängung) por la retranscripción de la huella mnémica. De tal proceso se desprendería displacer o placer ocasionando una perturbación (síntoma). Aparecen los inicios de la conceptualización de defensa en su relación con la formación sintomática, como otro tipo de “trascripción” de la huella mnémica. Como después expondrá con mayor claridad en su trabajo sobre Las Neuropsicosis de Defensa (1894)
Por su parte la figura 2 muestra el esquema presentado por Freud en Die Traumdeutung (1900) en donde el Aparato Psíquico continúa simulando en cierta forma al arco reflejo, modelo neurológico que explica los umbrales de excitabilidad de las neuronas como producto de las diferentes percepciones y sus efectos hacia la descarga motriz. Sin embargo predomina nuevamente la retranscripción de huellas mnémicas en su relación con el proceso de la construcción del sueño desde que éstas son percibidas. Las percepciones llegarían al sistema Percepción, de ahí pasarían a ser registradas en otros lugares (función de memoria) creando así, secuencias de huellas mnémicas distribuidas a lo largo de todo el aparato. No todas estas huellas mnémicas alcanzarían la conciencia, ya que entre el espacio Conciencia (Bewusstsein) y el sistema Preconciencie (Vorbewusst) se encuentra el sistema criticador que censura (zensur apparat) cuya función sería inhibir el advenimiento de dichas huellas perturbadoras a la Conciencia. De ahí que le permita a Freud explicar la formación del sueño.
En estado de vigila las percepciones formarían grupos de huellas mnémicas, que como una base de datos (restos diurnos) comprenderían las imágenes a través de las cuales se construye el contenido manifiesto del sueño. Durante el dormir el pensamiento regresaría a ellas para funcionar en imágenes; en lugar de tender hacia la descarga motora, emplea las percepciones. “Probablemente sea esta modificación del proceso psíquico corriente (el estado del dormir) la que posibilita que el sistema de las percepciones (P) se invista hacia la plena vivacidad sensorial en la dirección inversa, partiendo de los pensamientos”19 De ahí la figurabilidad del sueño. Los elementos de condensación, desplazamiento y defensa (censura) vuelven a aparecer como en el primer esquema. Las diferentes huellas mnémica pueden sumarse e inclusive relevarse unas a otras, además de que las cargas energéticas son susceptibles de movilidad, como en relevo.
La figura 3 muestra un Aparato Psíquico en donde las instancias y sistemas son descritos (o transcritos) a la luz de los desarrollos de la Segunda Tópica: Yo (Ich) Ello (Es) y Superyó. (Uber-Ich)20-el cuál no aparece gráficamente, pero evidentemente clínica y conceptualmente presente. Es un esquema más elaborado al que subyace una lógica de conjuntos: los diferentes elementos de un universo (2ª tópica) pueden pertenecer a varios grupos, apartados o sistemas de la primera tópica: Conciente, Preconciente e Inconsciente, regidos por dos procesos básicos: proceso psíquico primario o proceso psíquico secundario. Las instancias psíquicas tendrían partes de diversos sistemas (estratos del esquema 1) De tal forma el Yo (Ich) como una parte del Ello (Es) modificada por su contacto con la “realidad” tendría una dimensión Conciente, pero su mayor funcionamiento sería Inconsciente. El Ello (Es) lo reprimido y el Superyó (Über-Ich) serían completamente Inconscientes. Mientras que el Yo compartiría cualidades de todos los sistemas.
En cuando a la energía, ésta continúa su descripción como energía desplazable de investidura (Besetzung: ocupar) a investidura, sea libre o ligada.
La figura 4 muestra el dibujo presentado en la redacción de la conferencia 31ª de las Nuevas conferencias de introducción al psicoanálisis (1933) “La descomposición de la personalidad psíquica”21 , conferencia jamás dictada. En tal bosquejo aparecen articuladas las dos tópicas. No está demás señalar que tal esquema representa el cúmulo de observaciones y hallazgos clínicos y teóricos de más de treinta años. En él aparece el Superyó, instancia ausente gráficamente en el esquema del Yo y el Ello (1923) Llevando a un nivel de integración las diversas elaboraciones. Desde la gruesa diferenciación Conciencia-Inconsciencia que realizara Freud desde su estancia en Paris, entreviendo -gracias a la hipnosis- la existencia de un “estrato” o “lugar” por la efectividad de las representaciones desconocidas para el sujeto: vía el intercambio de síntomas logrado por Charcot en dos pacientes o las ordenes post-hipnóticas de Bernheim; al descubrimiento del proceso defensivo como mecanismo base con el cual el psiquismo se “protege” de lo intolerable y del cual una parte (Conciencia) no sabe nada. Transcurriendo entre energía, cargas y contracargas que ocupantes (Besetzen) de las representaciones las vuelven peligrosas, es decir potencialmente censurables. Algunas de ellas al retorno pasando al cuerpo, tomando el pensamiento de forma intrusiva o las funciones mismas de la percepción en la psicosis alucinatoria; Freud va poniéndole nombre y describiendo a cada uno de los elementos en juego: Yo, Ello y Superyó extendiéndose por un aparato dividido . Desde donde se orquestan los dramas humanos de la Psychopathologie des Alltagsleben síntomas, sueños, chistes...Sin caer en antropomorfismos los delimita, separa ¡Analiza! Para entonces entender su funcionamiento, su interjuego.
Comparando los cuatro esquemas podemos señalar características centrales de cada uno de ellos, así como sus diferencias. El esquema de la carta 52 (1896) presenta como elemento eje al Tiempo de la memoria unidireccional. Más propiamente el tiempo de la trascripción (Umscrift) de las huellas mnémicas. “...de tiempo en tiempo el material preexistente de huellas mnémica sufre un reordenamiento...” plantea Freud. Momento en el cual sucedería la no escritura o la deformación de las mismas, proceso que es visto como generador de síntomas.
El esquema 2 de Die Traumdeutung (1900) opera con una disposición espacial lineal pero a diferencia del anterior contempla las “regresiones” en sentido de vuelta a, que sufriría el pensamiento durante el sueño al regresar al lugar del sistema percepción, deposito de las huellas mnémicas desde donde se trazaría y colorearía el contenido manifiesto del sueño.
El esquema 3 de el Yo y el Ello (1923) hace igualmente relación al espacio más que al tiempo. Ya no es bidimensional, sino tridimensional. Al encorvar y engordar los trazos a la manera de una bolsa de agua caliente –así me lo parece- adquiere profundidad y perspectiva, en donde cada elemento ya no se relaciona con los demás secuencialmente o en paralelo sino en una Inter-relación interrumpida por la variable del tiempo lógico, posible solo en cierta medida para el sistema percepción conciencia (P-Cc) Hecho que no deja de tener sus efectos en relación a la consideración del tiempo en psicoanálisis: resignificación, posterioridad, atemporaliad del Inconsciente, etc. llama la atención que este esquema se haya presentado al mismo tiempo que la figura del jinete, jamás dibujada por Freud, con la que se da cuenta de las dificultades del Yo en relación a las pulsiones, la realidad y su ideal.
Y finalmente el esquema 4 de aspecto de teta o globo, que precisamente engloba (sintetiza) las instancias y sistemas descubiertos trazando el perímetro psíquico en donde conviven. Su disposición espacial precisa en sentido descriptivo o didáctico no deja de guardar relación con cierta geometría que yo he tenido a bien denominar geometría del bien y del mal; de lo peligroso y lo “seguro”. Por ejemplo, vemos aparecer al Ello desde abajo, “abajo” siendo sinónimo o equivalente con lo más primitivo o primordial de la naturaleza humana, como el albur “los de abajo” que hace referencia a la localización de nuestros genitales al alcanzar la bipedestación, ya que antes la localización de los mismo era ventral posterior. Después, abajo, se asociara a las llamas del infierno y por lo tanto al placer. Aparecen seguidos del Ello –hacia arriba- el Inconsciente y el Yo, después el Súper-Yo flanqueando al Yo extendiéndose desde los brazos del Inconsciente y el Preconciente en una secuencia hacia lo “superior”de la percepción conciencia.
Todos sabemos que desde tiempos inenarrables, las alturas, los cielos, la bóveda celeste ha estado ligada la divinidad y su portentos; desde los milenarios griegos, chinos, etc. pasando por el mito bíblico de la torre de babel, en donde el pecado fue justamente querer llegar al cielo, siguiendo con al dialéctica pecaminosa primera: ¡Querer ser (estar) como dioses! querer llegar a él. Durante la baja y alta edad media la arquitectura ensalzó a las alturas con grandes construcciones delgadas y puntiagudas (Gótico) con la creencia que así se podía atraer la gracia divina.22 Y finalmente en la actualidad las casas desde las alturas en los cerros y montaña; o como el slogan del palacio de hierro que reza “Tal vez no me vaya al cielo pero un par de zapatos me acercan a él”, el excesivo culto a la altura física y la esbeltas introducen otros ordenes en la misma secuencia de altura-bien-divinidad-racionalidad-positivo versus bajeza-negatividad-maldad-infierno-irracionalidad. por lo que dichas disposiciones espaciales de los trazos de éste último esquema no dejan de ser indiferentes a su relación con las características de las instancias que los ocupan o contienen.
Otro de los elementos importante lo constituyen las líneas que trazan el perímetro del aparato en donde Freud grafica el lugar-limite de encuentro con las sensaciones provenientes de la realidad (la piel, los sentidos) esas que a fuerza de repetición irán haciendo del Ello (Es) un Yo (Ich) diferenciando igualmente los estímulos internos, de los cuales es difícil huir –según él mismo lo expresa. Un adentro y un afuera; un mundo interno opuesto a un mundo externo. La figura del adentro y afuera, proveniente del campo de la biología (dentro y fuera del organismo) guardará cierta consonancia con las nociones catárticas (purga) de sacar “algo de adentro” o dar predominancia al pensamiento como “lugar” donde se produce y habita el mundo interno. Por ello el revuelo y resistencia a considerar a la Banda de Möbius23, introducida por Jacques Lacan a la doctrina psicoanalítica como un símil que amplía el pensamiento freudiano del asalto del Inconsciente, en el momento de la producción de sentido representado por el giro torsión de sentido espacial de la banda.
Hasta aquí los cuatro modelos gráficos que le permitieron a Freud representar, explicar e intervenir en la complejidad de los fenómenos ubicados como psicológicos. Que como se citaba al principio lo dicho en la Traumdeutung “Tales analogías no persiguen otro propósito que servirnos de apoyo en el intento de hacernos comprensible la complejidad de la operación psíquica..” (Freud, 1900)
A manera de conclusión, solo momentánea...
”Parece que de la psicología no se pueden progresos, sino satisfacciones de otra índole; se le reprocha cada problema irresuelto, cada certidumbre admitida. Quien ame la ciencia de la vida anímica, deberá aceptar también tales inclemencias”
Notas
[i] Einstein, A. Sobre la teoría de la relatividad”Barcelona: Altaya, 1998
[ii] Freud, S. (1900) “La interpretación de los Sueños” Buenos Aires: Amorrortu Editores, O.C., Tomo V, p. 530.
1 “Nuestro título da a entender que más allá de esa palabra, es toda la estructura del lenguaje lo que la experiencia psicoanalítica descubre en el inconsciente” Lacan, J. (2003) Ecrtis. En Lacan ,J. (Ed.) Escritos (pp.474) La instancia de la letra en el inconsciente o la razón desde Freud. Buenos Aires: Siglo XXI (Original publicado en 1966)
2 Cfr. Nasio, J. D. (1995) Cinco lecciones sobre la teoría de Jacques Lacan. Barcelona, Gedisa. Cfr. Dör, J. (2000) Introduction a la lecture de Lacan. (Hay Titulo en español: Introducción a la lectura de Lacan (pp.25-74) Barcelona, Gedisa (Original publicdo en 1985)
3 Freud, S. (1901) Fragmento de análisis de un caso de histeria. O.C. AE. Tomo VII, pp 11 y sigs.
4 Freud, S. (1900) La interpretación de los Sueños. O.C. AE. Tomo V p. 529
5 Laplanche, J, Pontalis, J.B. (1994) Diccionario de psicoanálisis. Bercelona: Ed. Labor, pp.30-31
6 Lacan, J. Seminario 3 Las psicosis: Clase 18 Metáfora y Metonimia articulación significante y transferencia de significado Buenos Aires: Paidos, 1956.
7 Diccionario de la Lengua Española. Real Academia de la Lnegua Española (1998) Madrid, España: Espasa. Edición en CD-ROM.
8 Kantor, J.R. (1990) La evolución científica de la psicología. México: Trillas, pp.108 y sigs.
9 En general la totalidad de la teoría freudiana, su ética misma, radica en su cualidad de bosquejo, por su carácter de no conclusa, no acabada. (Cfr. “Prologo del Esquema del Psicoanálisis” Freud, S. OC. AE, Tomo XXIII, p 139)
10 Freud, S. (1950) Fragmento de la correspondencia con Fliess. Buenos Aires: Amorrortu. O.C. Tomo I, Carta 52, pp.274-275. 1892-1899
11 Freud, S(1900) La interpretación de los sueños. Buenos Aires: Amorrortu. OC, Tomo V, pp 531 y sigs.
12 Freud, S. (1932) 31ª Conferencia: La descomposición de la personalidad psíquica. Buenos Aires: Amorrortu. OC, Tomo XXII, pp.73 y sigs.
13 Cfr. Freud, S (1915) Pulsiones y destino de pulsion. Buenos Aires: Amorrortu OC Tomo XIV, pp.109 y sigs.
14 Seguramente esa fue una de las dificultades fundamentales por que ciertos grupos de analistas no apreciaran los modelos lingüísticos y topológicos que utilizara Lacan para dar cuenta del psiquismo, por estar tan prendados dogmáticamente a “la bolsa”; “las capas de la tierra” o “el Iceberg” y no notar que solo eran ejemplos, símiles, metáforas que le permitieron a Freud poner un cierto orden al desmadre psíquico.
15 Para quienes tuvieron la dicha o la desgracia de nacer durante esta encarnizada era virtual, les será extraño tal vez el concepto de correspondencia, por lo que les facilito la tarea al presentarles un equivalente más o menos parecido en la actualidad: el e-mail o correo electrónico es lo que anteriormente era mandar cartas por correo con estampillas y toda la cosa.
16 Citado por J. Strachey en una nota al pie en Fragmento de correspondencia con Fliess OC. Buenos Aires: Amorrortu. Tomo I, pp. 274.
17 Al verter el vocablo alemán Besetzung,( ocupación, reparto) al inglés se tradujo por cathexis y al español por carga o investimento, produciéndose de igual forma el anglicismo catexia (sustantivo) y su correspondiente catexsizar, sin embargo lo correcto sería denominar el hecho de “poner en” o repartir la energía (libido) en cierta representación sea ideacional u corporal, para lo cual el verbo investir (conferir dignidad o cargo importante) parece ser el más adecuado
18 Así como los modelos psíquicos van desarrollándose, es posible rastrear las diferentes concepciones de memoria con las que Freud operaba: registro mnémico con diversos signos. Mientras que en la neurología de su tiempo la constante era la conceptualización casi localizacionista de las funciones cerebrales. Freud consideraba al encéfalo como un todo funcionando por sistemas, adelantándose a su tiempo a lo que después las neurociencias, ciencias cognitivas y la misma lingüística demostraría: la memoria se reedita constantemente y no solamente es un archivo estable. (Cfr. Fred, S. Las Afasias, 1893)
19 Freud, S. (1900) La interpretación de los sueño. OC Buenos Aires:Amorrortu. Tomo V, p 536
20 Über-Ich y su traducción francesa Surmoi a diferencia de la inglesa Super-ego, la italiana Super-io, la portuguesa Superego y por supuesto castellana Superyó, expresan más cabalmente una delimitación espacial: Über-: por encima de, sobre. Sur-: marcando la posición de algo arriba de. Mientras que en las otras designaciones predomina la acepción “de algo más excelente y digno” como en el superhéroe. Es interesante ya que en el escalonamiento psíquico todo se gestaría por superposición intra-subjetiva del Es hacia el Ich desprendiéndose de éste más tarde el Über-Ich y de ahí el Ichideal con el cual se mide al Ich. Completando la secuencia desde Ello-Yo-Superyó-Ideal del Yo.
21 Traducida por Ballesteros como “La disección de la personalidad psíquica” lo cual es inadecuado ya que el vocablo alemán que Freud utiliza es Zersetzung (descomposición) y no Sektion (disección)
22 Las orejas de burro usadas por algunos maestros en la escuela tienen su origen en la creencia que articulaba la practica de poner un gorro en forma de cono a la gente poco inteligente, para que así bajarla la inteligencia divina. Después el gorro deformó en orejas de burro. Pasando de la ayuda divina a la burla y del desaprecio social.
23 La banda de Möbiu, recibe su nombre en honor al matemático alemán August Ferdinand Möbius. Es un objeto que tiene un sola cara orientable. Para construirla se parte de una cinta cerrada de dos caras (adentro y afuera) se hace un corte y se gira uno de los extremos y se vuelve a pegar. La banda resultante tiene un solo borde y por lo tanto una sola cara.
FIGURAS
1. Freud, S. (1950) Fragmento de la correspondencia con Fliess. Buenos Aires: Amorrortu. O.C. Tomo I, Carta 52 pp. 274. 1892-99.
2. Freud, S. (1900) La interpretación de los sueños. Buenos Aires: Amorrortu. O.C. Tomo V, pp. 531 y sigs.
3. Freud, S. (1923) El Yo y el ello. Buenos Aires: Amorrortu. O.C. Tomo XIX, pp. 26
4. Freud, S. (1932) Nuevas Conferencias de introducción al psicoanálisis 31ª conferencia: La descomposición de la personalidad psíquica. Buenos Aires: Amorrortu. O.C. Tomo XXIIm pp.73
BIBLIOGRAFÍA
Freud, S. (1950) Fragmento de la correspondencia con Fliess. Buenos Aires: Amorrortu. O.C. Tomo I, Carta 52 pp. 274. 1892-99
Freud, S. (1900) La interpretación de los sueños. Buenos Aires: Amorrortu. O.C. Tomo V.
Freud, S. (1923) El Yo y el ello. Buenos Aires: Amorrortu. O.C. Tomo XIX
Freud, S. (1932) Nuevas Conferencias de introducción al psicoanálisis 31ª conferencia: La descomposición de la personalidad psíquica. Buenos Aires: Amorrortu. O.C. Tomo XXII.
Laplanche, J y pontalis, J.B (1994) Diccionario de psicoanálisis, Colombia: Labor.
Roberth, M (1992) La revolución psicoanalítica, México: Fondo de Cultura Económica.
Rodrigué, E. El Siglo del psicoanálisis, Editorial Sudamericana.
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Muy bueo el articulo me resirve, mil gracias
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