"Between joke and joke... the truth is shown"

psychoanalysis, culture, art and technology

Wednesday, January 27, 2010

Los caninos de todos los días

Freud con su perro Jofi, 1937

por

Camilo Ramírez Garza

Sigmund Freud, creador del psicoanálisis, solía tener en su consultorio a sus queridos caninos, paseándose mientras él atendía a sus pacientes. Uno de ellos era Jofi, un esponjado chow chow de delicadas maneras y suave andar; otro era Wolf, un imponente pastor alemán, regalo a su pequeña hija Ana, para que la acompañara a pasear, y así pudiera ella sentirse segura por las calles de Viena. ¡Claro! ¿Quién osaría acercársele a alguien custodiada por un pastor alemán?...(Un aparte: Ironía, paradoja o chiste. ¿Será que por eso la inteligente y solícita hija, Ana Freud, permaneció en la soltería, sin que nadie se le acercara, por el perro alemán o el perro-celo-del padre- Freud; en donde el perro devino subrogado del otro, quien se lo regaló)

De Jofi Freud escribió en una ocasión a su amiga Mari Bonaparte, diciéndole: “Y consigue explicar los motivos de que se pueda querer a un animal como Topsy (o Jofi) con tanta intensidad; se trata de un afecto sin ambivalencia, de la simplicidad de una vida liberada de los casi insoportables conflictos de la cultura, de la belleza de una existencia completa en sí misma. Y sin embargo, a pesar de todas las divergencias en cuando a desarrollo orgánico, el sentimiento de una afinidad íntima, de una solidaridad indiscutible. A menudo, cuando acaricio a Jofi, me he sorprendido tarareando una melodía que pese a mi mal oído, reconocí como el aria de Don Juan: “un lazo de amistad nos une a ambos…” (Freud a M. Bonparte, 6 diciembre 1936)

Incluso en otro momento, estando Freud en una sesión con un paciente, el mencionado canino emitió un sonido justo en el instante en que Freud le decía algo, dando en el clavo la sorpresa de que “hasta Jofi le había entendido”

Recientemente ha saltado a la fama, Cesar Millan, reconocido entrenador de perros, quien buscando el sueño americano se vio en la necesidad de emigrar de Sinaloa, México, hacia EU. Ahora conduce un programa: “Dog Whispered” (El encantador de perros) donde aparece como un auténtico “rey de la selva” rodeado de muchos perros, quienes lo siguen a donde va y siempre obedecen.

Como cualquier programa del estilo “cambiando esposas” “SOS niñera” etc. Millan visita hogares cuyos miembros tienen problemas con sus mascotas. Las dificultades aparentemente son muy variadas y requerirían intervenciones siempre especializadas. Pero después de seguir un poco el quehacer y sabiduría de los métodos de Millan; uno no solo va sabiendo algo sobre cómo controlar y entrenar a un perro, sino ciertas nociones a veces ya olvidadas, otrora del “sentido común”, que ya no es tan común, sobre el ejercicio de la autoridad, el control, la disciplina y los límites, quizás también no solo para vivirlo con las mascotas sino con y entre humanos; todo ello atravesado de cabo a rabo con algo indispensable, por no decir, fundamental, de lo cual no puede prescindirse: el amor hacia - ya no digamos solo, mascota, regalo o propiedad- un miembro más de la familia. De ahí el lema del dog whisperer: “Rehabilito perros, entreno personas”

Podríamos decir que en el vinculo con los perros, se expresa, podemos apreciar algo de los vínculos, no solo con los otros, los semejantes, sino con “eso” innombrable en sí mismo, solo artículable por la vía del trastocamiento de la palabra, su desmaterialización: el silencio, la risa, las caricias, el llanto, esos que, lo mismo que las artes, el humor y el psicoanálisis intentan dar cuenta de las peripecias, laberintos y vericuetos de la vida humana, agitada por el deseo, la búsqueda, el amor…

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Monday, January 25, 2010

Psicoanálisis, hoy más necesario que nunca

por

Camilo Ramírez Garza

“…desde el comienzo mismo la psicología individual

es simultáneamente psicología social..”

Freud

Los contextos y discursos actuales no solo dan muchos elementos de discusión, sino dinamizan una urgencia, de ahí tal propuesta: “Psicoanálisis, hoy más necesario que nunca”.

Desde hace algunos años -mejor dicho siglos- nuestro contexto se ha ido estructurando por la biopolítica: la vida se ha constituido como objeto de las políticas de gobiernos, así como de las estrategias del mercado. En todos lados se habla de salud, bienestar, calidad de vida. Todos parecen preocuparse por la vida. Sospechar de tan “buena intención”, casi imposible, pues ¿quién no desearía estar bien? Pero, tal lucha por proteger la vida, y de paso a la serie de víctimas e inocentes a priori: mujeres, niños, también el ecosistema, los osos polares, etc. recordemos, surge de una transformación, desplazamiento y relevo, del control sobre la muerte que tenía el soberano. Así como de una reducción de la vida, en tanto singularidad, que reconoce ciudadanos, sujetos, les da derechos, obligaciones, etc., a simple vida orgánica(bios), en donde todos somos reducidos al “Uno”; instrumentándose con ello el pasaje de lo humano a lo animal, o, podríamos decir, la animalización de la vida humana: el despojo de su ser político.

La figura de “vida digna” ha sido sustituida por la de “calidad de vida”. Mientras que la primera se refiere a aquellas condiciones mínimas que el Estado debe de garantizar a sus ciudadanos (alimentación, vestido, estudio, trabajo, salud, vivienda, esparcimiento, etc. esas que supuestamente alcanzan con el salario mínimo) en donde queda patente que el bienestar es un asunto político, la segunda –la calidad de vida- es una noción que busca internalizar el asunto; el mensaje sería, “si estás mal no es por un asunto político-social, tiene que ver con tu salud física, mental” Con lo cual se consigue disociar la vida individual de la política; despojarle lo político al ciudadano, reduciéndolo a simple organismo (paciente) que debe “estar sano” comiendo bien, trabajando, produciendo. Recientemente en Nuevo León, se anunció la creación de un expediente de salud en las escuelas: “Salud para aprender”, para cada alumno, con lo cual los alumnos, pasarán de ser solo estudiantes a ser pacientes, y de ahí, enfermos.

Dicha lógica biopolítica se lleva de la mano con la empresaria, que plantea una estandarización de todo, la reducción del universo de los procesos a unos cuantos, así como la explotación…además del imperativo actual, algunos le llaman imperativo superyóico: tener que gozar en todo momento, vivir al máximo, ser feliz, sentirse bien, cosa a veces más pesada, pues plantear una vida sin tristeza, desgano, fracaso, falta…el sujeto se sume en la angustia –por la persecución “de la vida"- de no tener un borde, un límite en donde sostenerse. Ante tales cuestiones, la propuesta psicoanalítica es, y he de decir una muy particular, pues aún dentro del psicoanálisis hay posturas equivocadas y obsoletas, que siguen atendiendo, incluso en la misma línea que estos malestares que acabamos de mencionar, pues se ha psiquiatrizado o psicologizado al psicoanálisis. La función, por un lado, como método de tratamiento (alguien se dirige al psicoanalista) sirve no solo para conocerse, encarar y resolver sus problemas, engañarse menos, sino encontrar formas de encarar y resolver los problemas actuales, para pasar a otra cosa en la vida, al margen de la “persecución” pro salud, pro bienestar. Advirtiendo los efectos que tales discursos (políticos, familiares, educativos, medios, consumo…) han tenido y tienen en sí, a fin de poder tomar una posición activa y entonces elegir. ¡No quedar atrapado en el solo cuerpo-organismo! Posibilitando un cuerpo hablante.

camilormz@gmail.com

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El tiempo y la historia


por
Camilo Ramírez Garza

“Voy despacio que llevo prisa

Con el desarrollo de las nuevas formas de comunicación, la distancia y el tiempo, se han transformado, no menos que la noción de registro, lo privado y lo público. Y con ello, un sinfín de cuestiones enlazadas a ellas: la espera, por lo tanto la esperanza; la confianza, por lo tanto la fe, las ilusiones, los deseos y los sueños, y de ahí, en cierta medida, también la imaginación y la memoria. Basta con abrir los ojos y las orejas, prestar un poco de atención a lo sucedido en la cotidianidad, para advertir, que no solo la espera se ha transformado, gracias a la agilización de procesos, sino que hemos perdido la paciencia, por lo tanto también, la calma, el descanso, ¡Quizás hasta hemos olvidado cómo descansar, cómo dormir! Algo que la sabiduría de la abuela llamaba, “saber estar”.

Seducidos por la inmediatez de la imagen y la democratización de la red, asistimos a medios donde se interactúa ya no solo uno con muchos (TV, radio, prensa) sino muchos con muchos (Internet, redes sociales) La red no cierra, es el presente siempre constante. No por nada se le ha apodado a la Blackberry, Crackberry….o como dijo alguien: “El facebook saca el stocker que llevamos dentro”

Habrá quien plante solo fatalismos en las relaciones a través de la red, que argumente que éstas no son reales, que están desprovistas de “lo humano” esencial, que la red es fría, distante, y en un extremo, declare que se son cosas del diablo y sus secuaces, etc. etc. que generan adicción, consumen al sujeto, llevándole a no poder desconectar-se, en fin… Pero en dicho absurdo binomio generacional: pasado-mejor, presente-peor, algo se pierde, un punto compartido: que las relaciones virtuales, a través de la red, no son tan diferentes a las “reales” sino más bien, que ambas poseen la misma virtualidad y ficción (Cfr. “¿Sexo virtual vs sexo real?” El Porvenir 4.11.2005 http://columnacamilo.jimdo.com) sujeta a los mismos vericuetos y avatares, que como seres hablantes, los humanos participamos lo mismo de la incomunicación, el “yo pensé que tu pensabas”, que de la imaginación, el rumor, la disimulación, la sospecha (“Sospecho con el pecho y calculo con la planta del pie derecho”) “Es que creía que tu me querías decir que…” y que lo mismo ahora, como antes, participan con el cambio de distancia y tiempo, condiciones que se han transformado vertiginosamente.

Si la distancia y el tiempo se han transformado, lo mismo en cierta medida, cuando se pudo andar en automóvil, disponer de radio, tener televisión (ver de lejos) ahora con las redes atravesando e impactando en nuestra forma de vivir, recordar, pensar, actuar…acedemos a formas diversas de contacto con quienes habitan en el mundo, donde, por ejemplo, la idea de globalidad no habría sido posible, ni teórica ni prácticamente, sin una afectación económica de los productos de cada región, gracias a las vías, primero terrestres, y ahora de telecomunicaciones; posibilitando, pero también afectando, pues recordemos que no solo se globalizan los bienes, sino también los males, la pobreza, el crimen, las enfermedades, etc.

Y en todo esto ¿Cómo vivir el amor?...¿Cómo son ahora los dramas amorosos de los Romeos y Julietas, así como de las Julietas entre Julietas y Romeos entre Romeos, a través de las redes sociales (MySpace, Facebook, Hi5, Fotolog, etc.) ¿Habrían sido igualmente obstáculo sus familias?...”Si, vi que te taguearon en una foto, el día en que me dijiste que no querías salir…además, luego pusiste un estado medio raro que se daba a pensar como que…”

camilormz@gmail.com

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Thursday, January 07, 2010

Mi madre y el secuestrador

por

Camilo RG


Suena el teléfono de la casa. La señora, ama de casa, contesta.

- - Bueno, si, bueno, a ver…no le escucho bien

Del otro lado, una voz, aunque directa, algo titubeante:

- - Señora, escúcheme bien…tenemos…

- - A ver, a ver…no le escucho bien, a ver, ya, ¿qué dice…?

- - Si, señora, le decía que…

- - A ver, discúlpeme señor, es que está muy alto la radio y también tienen la televisión prendida y a todo volumen, a ver espere a que le bajen…a ver tu, bájale a la tele y dile a tu hermana que le baje al radio, que se va a quedar sorda. Si, Ya, dígame….Grita al teléfono a quien supuestamente está bajándole: ¿Ya le bajaste? ¡Es que estoy en una llamada y no oigo nada! A ver, si me decía…chin…espéreme señor, que pena, discúlpeme, deje ir a la estufa, pues dejé algo en la lumbre y en la lavandería ya me está pitando la, chin, espéreme …….………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………….............................................................................................................................................................................................................................................................A ver, si ya, ya, ahora si, a ver, dígame, que pena con usted señor, que le haga perder tanto tiempo….

- -Señora, le decía que tenemos vigilados a sus hijos y que…

- -A ver señor, discúlpeme, pero están tocando a la puerta, creo que son los del agua y no hay quien habrá, discúlpeme, ¡m´ijo ábrele al señor!!! Y luego para colmo la señora que me ayuda no ha venido el día de hoy, y ni siquiera me avisó, espere señor, discúlpeme.....……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………--Ya, ya, no era nadie, bueno si era, pero era de esos vendedores que te quieren embaucar con cualquier cosa, este vendía chamarras de cuero, que muy baratas…¿será?, sonaba como extranjero…mira que no venir en otras horas, hasta parece que saben que una está ocupada, hasta parece que la tienen a una vigilada. Tienen un tino para aparecerse…Hay disculpe señor, pero si no le he dejado hablar…Rompe en risas. Espero que no sea ud un vendedor, que quiera venderme algo, como tiempos compartidos o un fraude telefónico, de eso de “Se sacó un auto, pero tiene que depositar dinero a esta cuenta” o como a una comadre que la muy sonsa compró cinco mil pesos en tarjetas de celular, estuvo raspe y raspe, la muy pend….les dictó los números al fulano, que porque se había sacado un auto, pero hazme el grandísimo favor, o como decía otra de mis comadres “Hazme el chingado favor”…pero ¿quién en estos tiempos de crisis te da un premio… primero, sin que hayas comprado boleto, y segundo, qué te pida algo?… Si perdón señor, no lo he dejado hablar, me decía…pero es que, disculpe, como decía una tía abuela, no es que me queje es que no tengo con quien platicar, ya ve una aquí en el quehacer de la casa, entre recoger, la comida, los huercos de ahora que no ayudan… Pero ya, si, ya, ¿me decía…?

- -Le decía que sus hijos están bien vigilados y que…

- - Uf, que alivio. A que bien que estén bien vigilados, entonces puedo estar tranquila, ¡Que bueno que los vigilen! Porque ya ve como están las cosas, con tanto crimen y secuestro, y viejos delincuentes, y cuanta muerte, ya ve usted todo lo que sale en las noticias…bueno, si, bueno, señor, señor, bueno, bueno…mmm, ¡colgó!, Mira, pos este, me colgó, no ha de haber sido tan urgente de cualquier manera.

Wednesday, January 06, 2010

¡Hola, enfermera!




por
Camilo

Recuerdo con cariño y agradecimiento a la primera enfermera que conocí "Lola la cubana" –le decíamos. Dudo que fuera enfermera de profesión, quizás empírica, quizás en otro tiempo, celadora en alguna correccional.

En fin era ella quien me inyectaba de niño, cuando me enfermaba -¿Quizás ahí surgió todo?- solía pasar a la casa después de sus partidos de voleibol, todavía con el uniforme puesto, la señora morenaza era alta y fortachona, supongo que era la que daba el saque, la imagino loqueando cualquier ataque del contrincante, sin afectar en nada su manicure, llevaba uñas largas y bien pintadas, de colores que antes solo eran visibles a través de los efectos del LSD.

Como perro doméstico que menea la cola y se pone a saltar minutos antes de que el auto de sus amos aparezcan, así me ponía, pero la diferencia era que no en lugar de menear una extensión de mi cuerpo, aparecía la angustia y el corazón se quería salir. Se bajaba del carro, tocaba la puerta, no había lugar a donde ir, pues el verdugo había urdido un plan con mis propios padres, o al menos con quienes decían serlo, puesto que en ese momento todo era puesto en duda.

Su voz llenaba el espacio, lo hacía espeso, lento, mis piernas como de atole como en los sueños, no podían andar más de prisa. Saludaba a mis padres y hermanos, mientras reía y reía, todos reían, ¿De qué se ríen jijos de la…?, se lavaba las manos aquella estatua viviente de casi cinco metros, no sé si todavía tenga esa estatura, pero de niño les juro que esa era la estatura que alcanzaba aquel tierno pero amenazador monstruo.

Finalmente me alcanzaba, me saludaba, me estiraba los cachetes y despeinaba…o uno de esos tantos “carños” que hacen los adultos, ¿qué hacemos?, a los escuincles. Entrábamos a mi cuarto, que en ese momento se convertía en sala de tortura -Saw y hostal se quedan cortos- y entre risas me decía "a ver mi niño que sácate el culo" Y con la aguja en una mano y en la otra el algodón cargado de alcohol me restregaba una nalga como si intentara borrar un chingado grafiti con la leyenda de “Puto el que lo lea” quizás tuve, en pequeña escala, una probadita de la dictadura cubana, pensaba ya en mi adolescencia. He de decir que la inyección nunca me dolió, dolía más el miedo, pero la nalgada que al final me daba como diciendo, ¡ya quedó! Que parecía convertir, al menos temporalmente, mi tierna y delicada nalga de escuincle de cuatro o cinco años, en balón de voleibol, arremetiendo en un intenso saque…¡Todo fuera por no andar mocoso y con infecciones!

¡¡Muy feliz día de las enfermeras!!!

6 de enero 2009