"Between joke and joke... the truth is shown"

psychoanalysis, culture, art and technology

Thursday, December 16, 2010

"Lo sensible y los afectos"

por

Camilo Ramírez Garza

“El psicoanálisis, en ese sentido, es conservador, pues

le enseña al sujeto actual que también le está permitido sufrir”

Slavoj Zizek

Ante el insistente comentario –lugar común, panacea etiológica de todos los males- de: “Eso se debe a la pérdida de valores” –entre otros. En esto cada quien “jala agua para su molino”, los políticos pedirán más presupuesto, mientras que algunos maestros, culpan a los padres, o éstos a aquellos, etc. Podemos advertir, por un lado, un predominio de lo sensible, inmediato, fugaz, por encima de los afectos. Mientras que lo sensible está, digamos, gobernado por el encanto de los sentidos (sentir placer, confort, rápido y de manera instantánea, entre más rápido, bueno, bonito y barato, mejor) los afectos –siguiendo una aproximación psicoanalítica- tienen que ver más con una posición ante el (propio) deseo: ante eso, justamente, que no podría dejar de hacerse, pues de cancelarlo, se cancela la vida misma, el chiste del chiste, los sueños, anhelos, etc.

El mercado bien sabe relacionar pavlovianamente cualesquier cosa con sus productos (juventud, belleza, felicidad, alegría, poder) No solo por el maquiavélico mercado, sino por algo fundamental a los humanos: la pérdida de la regulación instintiva hizo necesaria la invención de la cultura que nos diera no solo un contexto, sino la realidad misma; partir de tal hueco en “lo natural” todo puede ser asociado con cualquier cosa. “El cuerpo es un regalo del lenguaje” Lacan. El estado “natural” para los humanos es lo artificial. Cosa que saben los psicoanalistas, artistas, comediantes y publicistas. De ahí que veamos desfilar desodorantes que al contacto con la piel hacen aparecer hermosas mujeres, celulares que nos hacen salir del encierro de no tener a nadie, y al instante, estar conectado y tener miles de amigos, líquidos lava trastes que humectan la piel, para la madre que no quiere lucir manos de sirvienta, etc. Su lógica plantea una satisfacción inmediata de lo sensible a la manera de un superyó postmoderno con su mandato dictatorial: ¡Debes gozar! La apuesta del capital, a la que aparentemente nadie renunciaría, consistiría en substraer el esfuerzo, paciencia y dedicación a la manera en que al café se le quita la cafeína (a la cerveza el alcohol, a la comida las calorías, al sexo sin sexo, a la guerra sin muertes, etc.) su elemento “peligroso”, que otrora requiriera, para así dar la ilusión, que al alcance de un click, se puede tener el mundo en la palma de la mano, y si no se tiene con qué, no importa, se puede a 6,12,24, 34 meses sin intereses, goce ahora, pague después.

“Quiero trabajar aquí, porque creo que no se hace mucho trabajo” –me dijo de sopetón una candidata a asistente en mi oficina, sin mediar diplomacia laboral alguna. Sospecho que no se escuchaba, pues alguien que se escuche un poco podría resonarle lo que está diciendo. La lógica: trabajar menos, ganar más. ¡Claro! ¿Y tu nieve? Los afectos responden a eso que se anhela y no puede ser adquirido inmediatamente, incluso si son objetos para comprar, sino por mediación de esfuerzo, trabajar y amor, honestamente para obtener recursos que permitan gozar de lo ganado legítimamente. Lo sensible por su inmediatez prefiere tomar atajos, saltarse la baranda de lo legal; lo sensible va organizando vidas perversas que se conforman con... ¡no importa cuanto tengan siempre será poco! Obvian –por qué no decirlo así- lo más trascendental, aquello logrado con esfuerzo y no en un breve instante. Aquí algunos lectores, así como un poco quien lo escribe, podríamos pensar que dichos discursos son de otro tiempo, anticuados…claro, en otros tiempos los humanos consideraban que a la felicidad en la vida también le era propia una dosis de dolor, sufrimiento y esfuerzo. Mientras que esta existencia diseñada se va produciendo bipolarmente, no solo respecto a los productos que satisfacen deseos y necedades más inmediatas, sed, hambre, sueño, salud, sino respecto a los sujetos….reduciéndolos a simple cifra, medio, porcentaje, ganancia. Subvertir dicho efecto es posible, considerando que la relación con el tiempo y el espacio, donde se despliegan las redes con los otros, van teniendo sus lógicas, sus tiempos, esfuerzos….”hay tiempo para todo”…pero las problemáticas se suscitan cuando cada cual desea vivir sin restricciones, ni límite alguno, entonces no hay bordes; lo border line, limítrofe, bipolar, puede leerse socialmente como un intento desesperado por tener un “freno”, un “limite”, un borde, que organice, conforte y estructure, cuando eso falta, a menudo el cuerpo es la frontera que “hace oír su límite”, mediante sus contingencias: estrés, enfermedad, accidente, muerte…


Twitter: CamiloRamirez_

http://columnacamilo.jimdo.com

1 comment:

Monserrat said...

Incluso ese cuerpo que pide un limite o desconoce su borde es el mismo que plantea un desconocimiento de los roles y funciones de cada cual en la sociedad. Vemos madres que se ven mas jovenes que las hijas y niños dominando a los padres con singular descaro.
Un cuerpo, bendito regalo del lenguaje que desgraciadamente al no conocer y experimentar otras alternativas como la palabra, lo unico que le queda, para bien o para mal, es actuar.
saludos