"Between joke and joke... the truth is shown"

psychoanalysis, culture, art and technology

Wednesday, June 12, 2013

¿Qué se come cuando se come?

por
Camilo Ramírez Garza

Dedicado al Chef Carlos Mendoza,
con mi admiración y cariño.

Por la boca se balbucea, se puede chupar, hablar, besar, respirar, comer, vomitar, morder... Es un lugar de contacto que, como muchas zonas erógenas del cuerpo,  además de participar en actividades nutricias y de supervivencia, también es un lugar por donde se genera y circula el placer de saborear, paladear, mamar, besar, hablar, gritar, cantar… algunas de estas experiencias se soportan en la palabra, otras en su desmaterialización, generando un lazo con el otro.

Se come por muchas razones. Comer es, además de un acto humano y social, un acto singular, pues posee implicaciones subjetivas y simbólicas para quien come: ¿Qué se come cuando se come? Se come para vivir y por placer; para pasar el tiempo, para celebrar, procesar y amor-tiguar las penas. “Las penas con pan son menos” –reza la sabiduría popular. Y es que existe la costumbre de llevarse un pan a la boca para calmar la sed de esa ansia informe y a veces inlocalizable de las penas del corazón, pero también los ánimos que, por otro lado, se quieren volver bocado para llenar. “Tu hasta lo que no te tragas te hace daño”  Para que entonces se puedan “pesar” y “medir” en…algo que tenga forma, lugar y cabida en el cuerpo. No es casualidad que en el origen religioso  de toda fiesta, la abundancia de la divinidad se expresara en rituales que involucraran (In-bolo-cracia: el gobierno del bolo) siempre un exceso de comida, bebida y práctica sexual, para el porvenir, la fertilidad de la mujer y de la tierra, para la salud de los niños; como si sólo mediante el llenando – o vaciado, contraparte que elige el asceta- todos “los puertos” y orificios del cuerpo, se pudiera sentir a…Dios, la seguridad, la hospitalidad… ¡Ah que divino!

Del banquete de Platón, a las fiestas y orgía romanas,  pasando por la narración del génesis sobre la expulsión del paraíso por “comer del árbol” prohibido, al maná del desierto, hasta la última cena, así como el banquete del condenado a muerte, se come algo más que comida. Comida, gesto e incorporación se unen dando coordenadas similares a las del baile, “El que come y canta loco se levanta”. ¿Y que si hoy fuera nuestra última comida? ¿Cuáles son tus antojos? ¿Tu comida preferida?

La comida dista de ser algo estático, es algo dinámico, posee historia, un objeto que siempre se mueve  y se desplaza conforme la expresión de los gustos y los ascos, las modas, los tiempos y las memorias. Consuelo, protección y placer para el recién nacido, acto social para el adolescente quien empieza a hacer sus primeras comidas aparte del hogar, en compañía de amigos  (“¡Comes bien!” –decían las madres al despedirse de uno); la cita romántica de ir cenar, en donde hay que cuidar las formas y las cantidades, pues no se vaya a pensar quien sabe que cosas o incapacitar para lo que sigue, no vaya a ser que…la comida como embajada y consuelo para quien está lejos de la patria y su sazón, última morada, a veces lo único que tienen los ancianos para exprimirle algo de sabor a la vida vía la comida y sus manjares. ¡Ah, que sería de la vida sin estos momentos y sin estos placeres! ¡Oda a los artistas del paladar! que hacen confluir en el tiempo un manjar de lo fugaz que trasciende las culturas y los tiempos, volviéndose narración a degustar.

http://columnacamilo.jimdo.com
Twitter: @CamiloRamirez_

(Artículo publicado en el periódico El Porvenir (11/06/2013) cultural, p. 3




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